I Want to Believe, GameStop
En una de las paredes de la oficina del agente Mulder colgaba un poster que, para muchos, resumía el núcleo central detrás de Los Archivos Secretos X. El atormentado investigador preparaba sus reportes policiales bajo la mirada de un afiche en que el manto de duda respecto de lo paranormal estaba mediado por la creencia, por la obsesión, de que en realidad, pasaba algo distinto, había una conjura que ocultaba esa verdad al ojo poco atento. Mulder quería creer.
Algo parecido sucede con algunas narrativas de la internet. Así como el agente Mulder, nos seduce la idea de revoluciones que solo se explican a través de la masificación de los teléfonos móviles. De otra forma, aunque igual de seductora, elegantes ejecutivos convencen rápidamente a gobiernos de las bondades de sus algoritmos secretos para generar corrientes de opinión ficticias e inclinar resultados electorales. Antes le llamábamos propaganda, solo que ahora es con #hashtags
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La historia de hoy es la de un grupo de personas en Reddit llamado Wall Street Bets
ocupando tácticas de especulación bursátil para subir el valor de las acciones de GameStop, una empresa que fue pionera en la venta de videojuegos en formato físico. En el curso de dos días, el valor de sus acciones aumentó en un 1500% sin explicación aparente.
Dejando de lado las complejidades propias de la especulación bursátil –de la que poco tengo que decir-, es muy interesante como la prensa nuevamente se ha parado sobre la narrativa del I Want to Believe para explicar algo tan complejo. Siempre es más cautivador, supongo, reducirlo todo a un grupo de adolescentes encontrando la falla del sistema capitalista para utilizarlo a su favor –y haciéndose ricos en la pasada.
Solo dos cosas son seguras. La primera, es que quienes de verdad van a hacerse ricos son los de siempre. De hecho, BlackRock (probablemente la principal gestora de fondos del planeta) y varios millonarios chinos ya han ganado una cantidad inusual de dinero en estas horas. La segunda, es que GameStop sigue siendo una tienda de retail con más de 50.000 trabajadores y bastantes problemas para encontrar nuevos modelos de rentabilidad. Cuando se acabe esta fiesta, van a ser esos trabajadores quienes probablemente tengan que apagar la luz y trapear el piso bastante lejos de las fantasías y narrativas con las que preferimos distraernos de las preguntas difíciles.